CAMACOL
VISIÓN
Somos un gremio sectorial, líder, participativo y pluralista que contribuye significativamente a la consolidación de la actividad de la construcción en un entorno globalizado.
MISIÓN
Representar los intereses y fomentar el desarrollo y la responsabilidad social y ambiental de las empresas, entidades y personas vinculadas a la cadena de valor de la construcción de edificaciones e infraestructura urbana en Colombia, mediante una gestión enfocada al conocimiento./p>
VALORESEn todas sus actuaciones, nuestra organización mantiene estándares de comportamiento basados en nuestros valores institucionales:
Ética
Responsabilidad
Solidaridad
Objetividad
Independencia
Respeto
Confianza
Combatividad
IMPERATIVOS ESTRATÉGICOS
Establecer mecanismos de consulta, análisis y concertación de propuestas entre los empresarios de la cadena de valor con el fin de mejorar la competitividad del sector y del país.
Buscar e implementar antes de finalizar el año 2004 una estructura para CAMACOL, capaz de soportar la estrategia que defina la Jjunta Directia y que permita la estandarización de los procesos críticos.
Consolidar una propuesta de valor especializada y sostenible para cada uno de los actores de la cadena productiva.
Implementar una estrategia de comunicaciones efectiva y asertiva que contemple los distintos grupos de interés.
Mejorar sustancialmente los recursos y estructura financiera disponibles para el cumplimiento del planteamiento estratégico.
Generar un plan estrategico especializado en temas de formación, investigación y desarrollo basado en la gestión del conocimiento.
Construir una cultura de servicio al interior del gremio.
Diseñar una estrategia que incorpore el tema de la sostenibilidad, genere compromiso, cultura ambiental y responsabilidad social.
COPNIA
Consejo Profesional Nacional de Ingeniería-COPNIA
El Consejo Profesional Nacional de Ingeniería – COPNIA, creado mediante la Ley 94 de 1937, es la entidad pública que tiene la función de inspeccionar y vigilar el ejercicio de la ingeniería, de sus profesiones afines y de sus profesiones auxiliares en general, en el territorio nacional; de acuerdo con lo dispuesto en el Artículo 26 de la Constitución Política y en la Ley 842 de 2003 y demás normas complementarias y suplementarias, autorizando a nombre del Estado el ejercicio de una profesión que implica riesgo social, o suspendiendo del ejercicio profesional, previo la aplicación del debido proceso, a quienes se les compruebe la violación del Código de Ética o del correcto ejercicio de la profesión autorizada; ésto último en su calidad de Tribunal de Ética de las profesiones tuteladas, por quejas interpuestas por la ciudadanía.En razón de lo anterior, el COPNIA desarrolla su función mediante la expedición de cuatro herramientas legales a saber: tarjetas de Matrícula Profesional, para los ingenieros; de Certificado de Inscripción Profesional, para profesionales afines y profesionales auxiliares; de Certificado de Matrícula, para maestros de obra y Permisos Temporales, para profesionales graduados y domiciliados en el exterior que pretendan ejercer temporalmente en Colombia, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 23 de la Ley 842 de 2003.
Cuenta con una sede central de carácter nacional en la ciudad de Bogotá, D.C. y con 17 Consejos Seccionales que actúan como primera instancia en sendos Departamentos, en los que existen Facultades de Ingeniería o Instituciones de Educación Superior que otorgan títulos de ingeniero, de profesional afín o de profesional auxiliar, respectivamente, de las controladas por el COPNIA en virtud de lo dispuesto en la Ley 842 de 2003.
MISIÓN
es una autoridad pública encargada de la inspección, control y vigilancia del ejercicio de la ingeniería, de sus profesiones afines y de sus profesiones auxiliares, que actúa como tribunal de ética de acuerdo con los parámetros establecidos en la ley, para proteger a la sociedad del riesgo que conlleva el eventual mal ejercicio de las profesiones encomendadas.
VISIÓN
será reconocido en Colombia como una entidad pública modelo y líder en sus procesos de inspección, control y vigilancia, de acuerdo con las funciones establecidas en la constitución y la ley, fortaleciendo su presencia a nivel nacional, mejorando la calidad del servicio brindado a las diferentes partes interesadas (usuarios, entidades de control y sociedad) y optimizando la utilización de los recursos en la labor encomendada.
PRINCIPIOS
Adicional a los principios que rigen la función pública, definidos en la Constitución Política y legislación aplicable, el COPNIA se identifica con los siguientes principios:
Compromiso
Respeto
Transparencia
Servicio al usuarioPolíticas de CalidadEs política del COPNIA prestar sus servicios bajo un alto estándar de calidad, buscando siempre la satisfacción de las partes interesadas (usuarios, entidades de control y sociedad)a través de:
Liderazgo y compromiso de la Dirección con la calidad, por medio del desarrollo e implementación de planes y programas de mejoramiento.
Mejoramiento continuo en la eficacia, eficiencia y efectividad de sus procesos
Fortalecimiento en la participación, capacitación y desarrollo de su talento humano.
Entrega adecuada y oportuna de los servicios y de la información requerida por los usuarios, entidades de control y sociedad.
Adecuada divulgación de los servicios ofrecidos por el COPNIA.
Para lo cual la Dirección se compromete a orientar sus esfuerzos en el cumplimiento de esta política, presupuestando y suministrando los recursos necesarios y revisando su aplicación al interior de la entidad de manera periódica.
SCA
LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE ARQUITECTOS
es una asociación de carácter civil, de interés profesional, sin ánimo de lucro, cuya finalidad consiste en fomentar la arquitectura y el urbanismo, cultivar la ética profesional del arquitecto y orientar las relaciones de los arquitectos con el Estado, con la comunidad a la cual sirven y de los arquitectos entre ellos.La SCA es Cuerpo Consultivo del Gobierno Nacional por Decreto 1782 del 8 de junio de 1954, ratificado por la Ley 64 de 1978, por el Decreto 2623 de 1995 y por la Ley 435 de 1998.Desde el momento de su fundación, la SCA viene desarrollando un trabajo constante en torno al tema del ejercicio profesional de la arquitectura. Dentro de los logros obtenidos en tiempo reciente se encuentra el reconocimiento por parte del Estado de la diferencia e independencia de las actividades desarrolladas por la ingeniería y la arquitectura y como consecuencia la creación del Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares, mediante la Ley 435 del 10 de febrero de 1998.
viernes, 27 de febrero de 2009
jueves, 12 de febrero de 2009
corporacion minuto de dios
Vivienda de Interés Social
Desde 1955 El Minuto de Dios, a través de su Corporación, ha construido más de 25.000 soluciones de vivienda en ciudades y poblaciones colombianas : Agua de Dios, Armenia, Barbosa, Barranquilla, Bucaramanga, Buga, Cali, Cúcuta, Chinchiná, Desquebradas, Florencia, Lérida, Magangué, Manizales, Medellín, Malambo, Popayán, Santafé de Bogotá, Santa Marta, Sincelejo y Villeta entre otras.
De éstas, la obra más característica es el barrio Minuto de Dios en Bogotá, cuya construcción comenzó en 1957 y hoy cuenta con 2.000 viviendas, distribuidas en 10 etapas.
La construcción de vivienda por medios tradicionales no ha sido la única que ha promovido la Corporación, sino que también ha desarrollado programas de construcción dirigida, autoconstrucción y de construcción modular, además de realizar programas de mejoramiento de vivienda usada.
Por ejemplo, En Barbosa, Antioquia se construyó el Barrio Verde, gracias a los aportes de los usuarios de los cajeros de Servibanca, en el que habitan algo más de 270 personas oriundas del municipio, que con gran esfuerzo trabajaron para hacer realidad el sueño de tener vivienda propia.
Recientemente la Corporación ha construido proyectos de vivienda en:
Santa Marta, Urb. Timayui, 349 viviendas
Florencia, Urb. Siglo XXI, 408 viviendas
Armenia, La Grecia - Siglo XXI, 254 viviendas
Desquebradas, Urb. Diego Jaramillo, 60 viviendas
Y se adelantan nuevos programas en diferentes regiones del país.
Desde 1955 El Minuto de Dios, a través de su Corporación, ha construido más de 25.000 soluciones de vivienda en ciudades y poblaciones colombianas : Agua de Dios, Armenia, Barbosa, Barranquilla, Bucaramanga, Buga, Cali, Cúcuta, Chinchiná, Desquebradas, Florencia, Lérida, Magangué, Manizales, Medellín, Malambo, Popayán, Santafé de Bogotá, Santa Marta, Sincelejo y Villeta entre otras.
De éstas, la obra más característica es el barrio Minuto de Dios en Bogotá, cuya construcción comenzó en 1957 y hoy cuenta con 2.000 viviendas, distribuidas en 10 etapas.
La construcción de vivienda por medios tradicionales no ha sido la única que ha promovido la Corporación, sino que también ha desarrollado programas de construcción dirigida, autoconstrucción y de construcción modular, además de realizar programas de mejoramiento de vivienda usada.
Por ejemplo, En Barbosa, Antioquia se construyó el Barrio Verde, gracias a los aportes de los usuarios de los cajeros de Servibanca, en el que habitan algo más de 270 personas oriundas del municipio, que con gran esfuerzo trabajaron para hacer realidad el sueño de tener vivienda propia.
Recientemente la Corporación ha construido proyectos de vivienda en:
Santa Marta, Urb. Timayui, 349 viviendas
Florencia, Urb. Siglo XXI, 408 viviendas
Armenia, La Grecia - Siglo XXI, 254 viviendas
Desquebradas, Urb. Diego Jaramillo, 60 viviendas
Y se adelantan nuevos programas en diferentes regiones del país.
VIVIENDA DE INTERES SOCIAL
LA VIVENDA DE INTERES SOCIAL EN COLOMBIA
La sigla VIS, (Vivienda de Interés Social) así de sencilla como suena, encierra dentro de su aparente simplicidad un poderoso contenido que en Colombia se ha acuñado en los últimos años para describir de manera rápida, ligera si se quiere, un concepto que compromete diferentes interpretaciones del hábitat mínimo, en este caso destinado a esa inmensa porción de la población que son las clases menos favorecidas.
A mediados del siglo pasado, los diferentes gobiernos se asomaron muy tímidamente al tema de la vivienda para las clases populares, como un problema que tarde o temprano requeriría una política de Estado. Solo hasta mediados de los años 50, con la creación de entidades como el Instituto de Crédito Territorial, el BCH y, posteriormente, la Caja de Vivienda Popular y el Inurbe (que reemplazó al ICT), se dieron pasos serios en la búsqueda de soluciones ejecutadas desde el mismo Estado para proveer de vivienda planificada a esas grandes masas de población que engrosaron rápidamente la demografía de las principales ciudades y que, por su propia dinámica de crecimiento, generaron los más graves problemas de hacinamiento, informalidad y salubridad, mediante acelerados procesos de tugurizacion, con un alto nivel de deterioro del entorno urbano y social donde se asentaron.
Los modelos adoptados, en su momento, por estas instituciones del Estado se construyeron siguiendo los preceptos de las nuevas escuelas urbanísticas en pleno auge en Europa y los países socialistas, que propendían por modelos masivos y densificados, que buscaban atajar un problema explosivo, sin perder las prioridades de lograr una “vivienda digna y un entorno sano” para las grandes masas de obreros surgidos del auge industrial de la posguerra quienes, por su parte, incluían esta premisa como objetivo central de sus luchas y reivindicaciones sociales más sentidas.
Sin embargo, en nuestro país, tempranamente, las entidades estatales se vieron desbordadas por la avalancha demográfica y los fenómenos migratorios desde el campo hacia las grandes ciudades, lo cual obligó a los gobiernos de turno a buscar nuevos esquemas que permitieran una más amplia cobertura, y un nivel de gestión mas eficiente. Fue entonces cuando se creó el esquema de los subsidios gubernamentales para la Vivienda de Interés Social, modelo que desde los años noventa ha venido funcionando en el país como motor principal en la búsqueda del manejo de la gigantesca problemática de la vivienda, con altibajos, éxitos y fracasos, pero que ha permitido involucrar, en una concertación dinámica, al Gobierno, los Constructores, las Cajas de Compensación, la Industria y un sinnúmero de entidades sociales, gremiales y populares, en un esfuerzo mancomunado por paliar el enorme déficit habitacional existente en el país.
Sin embargo, de acuerdo con las cifras reportadas por entidades como Camacol y Fedesarrollo, los avances obtenidos en materia habitacional durante los últimos años, aun están lejos de lograr sus propósitos de cobertura, y las mediciones efectuadas llevan a la cuenta que al menos la mitad de los desarrollos de urbanización consolidados en la actualidad en el país, es de carácter informal. Este es el indicador más claro de la enorme brecha que aún subsiste entre la realidad que desborda la capacidad del Estado, y lo realizado a pesar de sus buenas intenciones. De acuerdo con dichas cifras en los últimos cincuenta años se construyeron del orden de 3,2 millones de viviendas informales, con un altísimo costo para el Estado en sus procesos posteriores de formalización y conexión a las redes de infraestructura, así como su integración al tejido urbano mediante desarrollos urbanísticos forzados, en la medida que no fueron planificados, y cuya inversión hubiera sido mucho más eficiente si las soluciones se hubieran buscado tempranamente.
Según los registros del DNP, desde 1991 hasta el 2004 el número de subsidios otorgados por el Gobierno central es de 881.000, cifra que no excluye los que no han sido cobrados, y cuyo porcentaje es alto. …“De acuerdo al inventario de vivienda del DANE, serian el 35% de las viviendas construidas entre 1991 y el 2004, cifra que no deja de ser importante, pero que no ha contribuido a la disminución del déficit habitacional, ni ha quebrantado la acción de los urbanizadores piratas ...”
Eternit se ha destacado en Colombia por proporcionar al sector de la construcción materiales, como teja y tanques, de excelente calidad y durabilidad.
Esta apreciación no significa que el modelo de los subsidios haya fracasado, pero sí llama la atención sobre varios aspectos que requieren atención urgente para incrementar de manera importante la eficacia del modelo actual y sobre los cuales al Gobierno le corresponde ejercer un liderazgo fuerte y decidido que permita soslayar cada una de las diferentes barreras que se van presentando, las cuales abarcan extensos temas jurídicos y normativos. Ellos son:
La disposición de mayores recursos fiscales, amplios y suficientes, tanto a nivel del Gobierno central como de las alcaldías y gobernaciones con destino a la financiación de los subsidios.
La búsqueda de un involucramiento mucho mayor del sistema financiero en la generación de crédito social, con bajas tasas y el diseño de esquemas creativos para la generación de fondos de absorción de riesgo, que les permita adjudicar sin temor este tipo de crédito.
La adecuación de los costos parafiscales a veces incongruentes con la necesidad de reducir el costo de oferta de este tipo de solución la cual se halla en franca competencia con el urbanizador pirata y la construcción informal.
La simplificación de los trámites durante las fases de adjudicación y escrituración, en los cuales, si bien ha habido avances, no se debe olvidar que los potenciales usuarios son personas con niveles muy básicos de formación y baja capacidad económica.
La armonización de las normas de diseño con la creación de nuevos modelos por parte de los constructores, que permitan soluciones habitacionales de mejor calidad, apoyados en la utilización de materiales de construcción económicos, sostenibles y estandarizados que garanticen su eficiencia.
Una revisión a los excesos en la normatividad municipal y de los POT que en algunos casos limitan y desmotivan a los constructores para acometer este tipo de proyectos.
Después de los años aciagos para el sector constructor entre 1998 y el 2000, en los que la construcción en Colombia prácticamente “desapareció”, se produjo un proceso paulatino de recuperación en el que, especialmente en su fase inicial, la participación de la construcción de VIS se convirtió casi en el único nicho con signos de vida, adquiriendo una importancia estratégica para la supervivencia de muchos constructores e industrias de materiales de construcción, llegando incluso por primera y única vez en la historia a tener una participación mayoritaria dentro del espectro total de la actividad constructora. A partir de ese momento, durante los años 2002 y 2003 se registró una recuperación sostenida llegando a aportar un 47% del total del área de obra nueva para vivienda y solo hasta mediados del 2004 presentó síntomas de desaceleración bajando al 27%, debido, en parte, a la aparición de numerosos proyectos con valores situados ligeramente por encima de la clasificación de VIS, cifra esta que se ha recuperado en algunas ciudades pero se mantiene estática en otras, mostrando síntomas preocupantes de estancamiento debido, en gran parte, a los problemas ya enumerados y que claman urgente solución para no permitir un renacimiento de los urbanizaciones piratas y su triste secuela de barrios maltrechos abrazando a las ciudades.
Vale la pena destacar que en Colombia ha tenido mayor acogida el modelo de VIS para casas de tipo unifamiliar, el cual se apartó de los modelos populares europeos en los que predominaban los conjuntos masivos, cual grandes “ghettos” urbanos, de alta densidad, en conjuntos de torres de apartamentos con servicios sociales muy concentrados.
Por estas razones, y el alto costo de las estructuras verticales, después de complejas experiencias en diferentes ciudades especialmente en Bogotá, con casos como Ciudad Kennedy y Ciudad Bachué, donde rápidamente se pusieron de manifiesto aspectos negativos de la convivencia en comunidades altamente densificadas, se optó prioritariamente por el modelo unifamiliar, el cual a pesar del costo y la escasez crónica de tierras, en muchos casos ha sido posible desarrollar, gracias a la intervención y apoyo de las alcaldías, mediante una gestión armonizada de adquisición de tierras y la construcción oportuna de las obras de infraestructura y urbanismo, adelantándose a los urbanizadores piratas, caso en el cual un ejemplo destacable es el modelo implementado por Metrovivienda en Bogotá.
Una empresa moderna y a la altura de las exigencias de la construcción de hoy es lo que hace de Eternit una empresa modelo en el país.
Para finalizar esta reseña, deseamos destacar la presencia de Eternit en el desarrollo de la historia de la VIS en Colombia, como empresa fabricante de materiales de construcción, que ha participado intensamente de esta historia, como coprotagonista fundamental, hasta el punto que su nombre permanece en el subconsciente colectivo y se menciona de manera genérica para referirse a una cubierta de fibrocemento. Los colombianos hablan de “el Eternit” para referirse a una cubierta de fibrocemento de buena calidad, y lo hacen con gran cariño por cuanto bajo sus techos se ha escrito la historia de buena parte de sus vidas.
La sigla VIS, (Vivienda de Interés Social) así de sencilla como suena, encierra dentro de su aparente simplicidad un poderoso contenido que en Colombia se ha acuñado en los últimos años para describir de manera rápida, ligera si se quiere, un concepto que compromete diferentes interpretaciones del hábitat mínimo, en este caso destinado a esa inmensa porción de la población que son las clases menos favorecidas.
A mediados del siglo pasado, los diferentes gobiernos se asomaron muy tímidamente al tema de la vivienda para las clases populares, como un problema que tarde o temprano requeriría una política de Estado. Solo hasta mediados de los años 50, con la creación de entidades como el Instituto de Crédito Territorial, el BCH y, posteriormente, la Caja de Vivienda Popular y el Inurbe (que reemplazó al ICT), se dieron pasos serios en la búsqueda de soluciones ejecutadas desde el mismo Estado para proveer de vivienda planificada a esas grandes masas de población que engrosaron rápidamente la demografía de las principales ciudades y que, por su propia dinámica de crecimiento, generaron los más graves problemas de hacinamiento, informalidad y salubridad, mediante acelerados procesos de tugurizacion, con un alto nivel de deterioro del entorno urbano y social donde se asentaron.
Los modelos adoptados, en su momento, por estas instituciones del Estado se construyeron siguiendo los preceptos de las nuevas escuelas urbanísticas en pleno auge en Europa y los países socialistas, que propendían por modelos masivos y densificados, que buscaban atajar un problema explosivo, sin perder las prioridades de lograr una “vivienda digna y un entorno sano” para las grandes masas de obreros surgidos del auge industrial de la posguerra quienes, por su parte, incluían esta premisa como objetivo central de sus luchas y reivindicaciones sociales más sentidas.
Sin embargo, en nuestro país, tempranamente, las entidades estatales se vieron desbordadas por la avalancha demográfica y los fenómenos migratorios desde el campo hacia las grandes ciudades, lo cual obligó a los gobiernos de turno a buscar nuevos esquemas que permitieran una más amplia cobertura, y un nivel de gestión mas eficiente. Fue entonces cuando se creó el esquema de los subsidios gubernamentales para la Vivienda de Interés Social, modelo que desde los años noventa ha venido funcionando en el país como motor principal en la búsqueda del manejo de la gigantesca problemática de la vivienda, con altibajos, éxitos y fracasos, pero que ha permitido involucrar, en una concertación dinámica, al Gobierno, los Constructores, las Cajas de Compensación, la Industria y un sinnúmero de entidades sociales, gremiales y populares, en un esfuerzo mancomunado por paliar el enorme déficit habitacional existente en el país.
Sin embargo, de acuerdo con las cifras reportadas por entidades como Camacol y Fedesarrollo, los avances obtenidos en materia habitacional durante los últimos años, aun están lejos de lograr sus propósitos de cobertura, y las mediciones efectuadas llevan a la cuenta que al menos la mitad de los desarrollos de urbanización consolidados en la actualidad en el país, es de carácter informal. Este es el indicador más claro de la enorme brecha que aún subsiste entre la realidad que desborda la capacidad del Estado, y lo realizado a pesar de sus buenas intenciones. De acuerdo con dichas cifras en los últimos cincuenta años se construyeron del orden de 3,2 millones de viviendas informales, con un altísimo costo para el Estado en sus procesos posteriores de formalización y conexión a las redes de infraestructura, así como su integración al tejido urbano mediante desarrollos urbanísticos forzados, en la medida que no fueron planificados, y cuya inversión hubiera sido mucho más eficiente si las soluciones se hubieran buscado tempranamente.
Según los registros del DNP, desde 1991 hasta el 2004 el número de subsidios otorgados por el Gobierno central es de 881.000, cifra que no excluye los que no han sido cobrados, y cuyo porcentaje es alto. …“De acuerdo al inventario de vivienda del DANE, serian el 35% de las viviendas construidas entre 1991 y el 2004, cifra que no deja de ser importante, pero que no ha contribuido a la disminución del déficit habitacional, ni ha quebrantado la acción de los urbanizadores piratas ...”
Eternit se ha destacado en Colombia por proporcionar al sector de la construcción materiales, como teja y tanques, de excelente calidad y durabilidad.
Esta apreciación no significa que el modelo de los subsidios haya fracasado, pero sí llama la atención sobre varios aspectos que requieren atención urgente para incrementar de manera importante la eficacia del modelo actual y sobre los cuales al Gobierno le corresponde ejercer un liderazgo fuerte y decidido que permita soslayar cada una de las diferentes barreras que se van presentando, las cuales abarcan extensos temas jurídicos y normativos. Ellos son:
La disposición de mayores recursos fiscales, amplios y suficientes, tanto a nivel del Gobierno central como de las alcaldías y gobernaciones con destino a la financiación de los subsidios.
La búsqueda de un involucramiento mucho mayor del sistema financiero en la generación de crédito social, con bajas tasas y el diseño de esquemas creativos para la generación de fondos de absorción de riesgo, que les permita adjudicar sin temor este tipo de crédito.
La adecuación de los costos parafiscales a veces incongruentes con la necesidad de reducir el costo de oferta de este tipo de solución la cual se halla en franca competencia con el urbanizador pirata y la construcción informal.
La simplificación de los trámites durante las fases de adjudicación y escrituración, en los cuales, si bien ha habido avances, no se debe olvidar que los potenciales usuarios son personas con niveles muy básicos de formación y baja capacidad económica.
La armonización de las normas de diseño con la creación de nuevos modelos por parte de los constructores, que permitan soluciones habitacionales de mejor calidad, apoyados en la utilización de materiales de construcción económicos, sostenibles y estandarizados que garanticen su eficiencia.
Una revisión a los excesos en la normatividad municipal y de los POT que en algunos casos limitan y desmotivan a los constructores para acometer este tipo de proyectos.
Después de los años aciagos para el sector constructor entre 1998 y el 2000, en los que la construcción en Colombia prácticamente “desapareció”, se produjo un proceso paulatino de recuperación en el que, especialmente en su fase inicial, la participación de la construcción de VIS se convirtió casi en el único nicho con signos de vida, adquiriendo una importancia estratégica para la supervivencia de muchos constructores e industrias de materiales de construcción, llegando incluso por primera y única vez en la historia a tener una participación mayoritaria dentro del espectro total de la actividad constructora. A partir de ese momento, durante los años 2002 y 2003 se registró una recuperación sostenida llegando a aportar un 47% del total del área de obra nueva para vivienda y solo hasta mediados del 2004 presentó síntomas de desaceleración bajando al 27%, debido, en parte, a la aparición de numerosos proyectos con valores situados ligeramente por encima de la clasificación de VIS, cifra esta que se ha recuperado en algunas ciudades pero se mantiene estática en otras, mostrando síntomas preocupantes de estancamiento debido, en gran parte, a los problemas ya enumerados y que claman urgente solución para no permitir un renacimiento de los urbanizaciones piratas y su triste secuela de barrios maltrechos abrazando a las ciudades.
Vale la pena destacar que en Colombia ha tenido mayor acogida el modelo de VIS para casas de tipo unifamiliar, el cual se apartó de los modelos populares europeos en los que predominaban los conjuntos masivos, cual grandes “ghettos” urbanos, de alta densidad, en conjuntos de torres de apartamentos con servicios sociales muy concentrados.
Por estas razones, y el alto costo de las estructuras verticales, después de complejas experiencias en diferentes ciudades especialmente en Bogotá, con casos como Ciudad Kennedy y Ciudad Bachué, donde rápidamente se pusieron de manifiesto aspectos negativos de la convivencia en comunidades altamente densificadas, se optó prioritariamente por el modelo unifamiliar, el cual a pesar del costo y la escasez crónica de tierras, en muchos casos ha sido posible desarrollar, gracias a la intervención y apoyo de las alcaldías, mediante una gestión armonizada de adquisición de tierras y la construcción oportuna de las obras de infraestructura y urbanismo, adelantándose a los urbanizadores piratas, caso en el cual un ejemplo destacable es el modelo implementado por Metrovivienda en Bogotá.
Una empresa moderna y a la altura de las exigencias de la construcción de hoy es lo que hace de Eternit una empresa modelo en el país.
Para finalizar esta reseña, deseamos destacar la presencia de Eternit en el desarrollo de la historia de la VIS en Colombia, como empresa fabricante de materiales de construcción, que ha participado intensamente de esta historia, como coprotagonista fundamental, hasta el punto que su nombre permanece en el subconsciente colectivo y se menciona de manera genérica para referirse a una cubierta de fibrocemento. Los colombianos hablan de “el Eternit” para referirse a una cubierta de fibrocemento de buena calidad, y lo hacen con gran cariño por cuanto bajo sus techos se ha escrito la historia de buena parte de sus vidas.
LA TORRE INCLINADA DE PISA
La Torre inclinada de Pisa es el campanario de la catedral de Pisa. Fue construida para que permaneciera en posición vertical pero comenzó a inclinarse tan pronto como se inició su construcción en agosto de 1173. La altura de la torre es de 55,7 a 55,8 metros desde la base, su peso se estima en 14.700 toneladas y la inclinación de unos 4° extendiéndose 3,9 m de la vertical. La torre tiene 8 niveles: una base de arcos ciegos con 15 columnas, 6 niveles con una columnata externa y remata en un campanario. La escalera interna en espiral tiene 294 escalones.
El gobierno de Italia solicitó ayuda el 27 de febrero de 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. Recientemente fue realizado un trabajo de reconstrucción para tratar de reducir el ángulo de inclinación. Se volvió a permitir la entrada al público el 16 de junio de 2001, después de la finalización de 10 años de trabajo. ( Escuchar el sonido de las campanas.).
El gobierno de Italia solicitó ayuda el 27 de febrero de 1964 para prevenir su derrumbe, y el 7 de enero de 1990 fue cerrada al público como medida de seguridad. Recientemente fue realizado un trabajo de reconstrucción para tratar de reducir el ángulo de inclinación. Se volvió a permitir la entrada al público el 16 de junio de 2001, después de la finalización de 10 años de trabajo. ( Escuchar el sonido de las campanas.).
TORRE DE PISA

Historia
La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas durante un periodo de 200 años.La construcción de la primera planta de mármol comenzó el 9 de agosto de 1173, en un periodo de éxito militar y prosperidad. La primera planta está rodeada de pilares con capiteles clásicos y arcos ciegos.
Existe controversia sobre la identidad del arquitecto: durante muchos años el diseño se atribuyó a Guglielmo y Bonanno Pisano, un artista conocido residente en Pisa en el siglo XII, famoso por su piezas de bronce fundido, particularmente en el Pisa Duomo. Bonanno Pisano dejó Pisa en 1185 y marchó a Monreale, Sicilia, regresando solo tras su muerte. Su sarcófago fue descubierto al pie de la torre en 1820.
Después que se construyera la tercera planta en 1178, la torre se inclinó hacia el norte, debido a unos cimientos débiles (tres metros), en un subsuelo inestable. El diseño de esta torre era imperfecto desde su comienzo y su construcción cesó durante un siglo, debido a las guerras entre los pisanos y los estados vecinos. Este lapso permitió al suelo asentarse, de otro modo la torre se habría derrumbado.
En 1272 la construcción fue retomada por Giovanni di Simone, arquitecto autor del camposanto. se añadieron entonces cuatro nuevas plantas las que fueron construidas con cierto ángulo con objeto de contrarrestar la inclinación. La construcción se detuvo nuevamente en 1284 tras la derrota de Pisa por parte de los genoveses en la batalla de Meloria.
Sólo en 1372 Tommasso di Andrea Pisano construyó la última planta (el campanario) y las campanas fueron instaladas. Se considera que su intervención combina armónicamente los elementos góticos del campanario con el estilo románico de la torre. Las campanas son siete, correspondiendo cada una a una nota de la escala musical; la mayor de ellas fue instalada en 1655. Sin embargo, tras la conclusión del campanario, la torre empezó a inclinarse, esta vez hacia el sur.
La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas durante un periodo de 200 años.La construcción de la primera planta de mármol comenzó el 9 de agosto de 1173, en un periodo de éxito militar y prosperidad. La primera planta está rodeada de pilares con capiteles clásicos y arcos ciegos.
Existe controversia sobre la identidad del arquitecto: durante muchos años el diseño se atribuyó a Guglielmo y Bonanno Pisano, un artista conocido residente en Pisa en el siglo XII, famoso por su piezas de bronce fundido, particularmente en el Pisa Duomo. Bonanno Pisano dejó Pisa en 1185 y marchó a Monreale, Sicilia, regresando solo tras su muerte. Su sarcófago fue descubierto al pie de la torre en 1820.
Después que se construyera la tercera planta en 1178, la torre se inclinó hacia el norte, debido a unos cimientos débiles (tres metros), en un subsuelo inestable. El diseño de esta torre era imperfecto desde su comienzo y su construcción cesó durante un siglo, debido a las guerras entre los pisanos y los estados vecinos. Este lapso permitió al suelo asentarse, de otro modo la torre se habría derrumbado.
En 1272 la construcción fue retomada por Giovanni di Simone, arquitecto autor del camposanto. se añadieron entonces cuatro nuevas plantas las que fueron construidas con cierto ángulo con objeto de contrarrestar la inclinación. La construcción se detuvo nuevamente en 1284 tras la derrota de Pisa por parte de los genoveses en la batalla de Meloria.
Sólo en 1372 Tommasso di Andrea Pisano construyó la última planta (el campanario) y las campanas fueron instaladas. Se considera que su intervención combina armónicamente los elementos góticos del campanario con el estilo románico de la torre. Las campanas son siete, correspondiendo cada una a una nota de la escala musical; la mayor de ellas fue instalada en 1655. Sin embargo, tras la conclusión del campanario, la torre empezó a inclinarse, esta vez hacia el sur.
viernes, 6 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
localizacion y replanteo
1. LOCALIZACION Y REPLANTEO
1.1. DESCRIPCION
Se entiende por el trabajo que debe realizarse para localizar, replantear y fijar en el terreno los
niveles establecidos en los planos, este ítem incluye la topografía general necesaria para todo el
proyecto y durante todo el plazo de ejecución de la obra.
1.2 LOCALIZACION
Se realiza ciñéndose a los planos de localización general del proyecto y a los planos
topográficos, para lo cual se emplean sistemas de precisión que permitan fijar adecuadamente
los puntos auxiliares, los cuales deben ser verificados por la Interventoria o Supervisión para el
replanteo posterior. La localización se hace basándose en los puntos de control vertical y
horizontal que sirvieron de base para el levantamiento de la pista mediante el empleo de
tránsito y nivel de precisión. Se computa como medida general la superficie delineada por los
ejes de construcción.
1.3 REPLANTEO
El replanteo se ejecuta ciñéndose estrictamente a los planos constructivos suministrados, de
acuerdo a las recomendaciones técnicas:
a. El replanteo está a cargo del Ingeniero residente.
b. El acodo o punteo que referencia los ejes y parámetros se debe ejecutar en forma
adecuada para garantizar firmeza y estabilidad, utilizando materiales de primera calidad
(madera, puntillas, etc.).
d. En el replanteo de los ejes de pavimentación, el Contratista debe demarcar de manera
permanente los ejes, de forma que sea posible revisarlos en cualquier momento. Su
conservación y vigilancia corren por cuenta del Contratista.
1.4 MATERIALES
- Estacas, puntillas, crayola, pintura.
- Aparatos de topografía: Nivel y Tránsito.
1.1. DESCRIPCION
Se entiende por el trabajo que debe realizarse para localizar, replantear y fijar en el terreno los
niveles establecidos en los planos, este ítem incluye la topografía general necesaria para todo el
proyecto y durante todo el plazo de ejecución de la obra.
1.2 LOCALIZACION
Se realiza ciñéndose a los planos de localización general del proyecto y a los planos
topográficos, para lo cual se emplean sistemas de precisión que permitan fijar adecuadamente
los puntos auxiliares, los cuales deben ser verificados por la Interventoria o Supervisión para el
replanteo posterior. La localización se hace basándose en los puntos de control vertical y
horizontal que sirvieron de base para el levantamiento de la pista mediante el empleo de
tránsito y nivel de precisión. Se computa como medida general la superficie delineada por los
ejes de construcción.
1.3 REPLANTEO
El replanteo se ejecuta ciñéndose estrictamente a los planos constructivos suministrados, de
acuerdo a las recomendaciones técnicas:
a. El replanteo está a cargo del Ingeniero residente.
b. El acodo o punteo que referencia los ejes y parámetros se debe ejecutar en forma
adecuada para garantizar firmeza y estabilidad, utilizando materiales de primera calidad
(madera, puntillas, etc.).
d. En el replanteo de los ejes de pavimentación, el Contratista debe demarcar de manera
permanente los ejes, de forma que sea posible revisarlos en cualquier momento. Su
conservación y vigilancia corren por cuenta del Contratista.
1.4 MATERIALES
- Estacas, puntillas, crayola, pintura.
- Aparatos de topografía: Nivel y Tránsito.
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